El arte es la materialización de un delirio

El arte es la materialización de un delirio

viernes, 3 de julio de 2015

Rizando el rizo con Blas de Lezo

Bien sabéis de mi predilección por el monumento público. Hacer accesible el arte a toda la sociedad siempre me ha parecido una buena idea, pero algo ha cambiado en todo esto. Cuando se publicó que haría el monumento a Blas de Lezo, multitud de personas anónimas me escribían para preguntar si el boceto estaba en venta. En realidad no, pero me comprometí a darles una solución cuando terminase el monumento. Decidí realizar una edición limitada a 50 ejemplares con la que satisfacer la ilusión de los interesados y una vez fundidas las esculturas romper el molde ya que nunca he sido amante de los multiples indiscriminados.
 
El proceso ha sido mas largo y laborioso de lo que esperaba pero el resultado final ha merecido la pena, y ya es difícil que lo diga yo, inconformista y exigente por naturaleza.
 
Quiero aprovechar este post para explicar algunos de los procesos relacionados con la escultura, así pues comenzamos con la complicación que supuso que la escultura se ajustara completamente al monumento. No tenía que darle sólo darle las proporciones correctas, si no que había que ser muy concienzudo para que los detalles, a ese tamaño, fuesen fieles al monumento.
 
 
Una vez que aproximé el modelo  hasta lo humanamente posible, hice un molde de silicona para fundirlo en bronce y ahora veréis por qué. No se trataba de reproducir la escultura en materia definitiva rápidamente para darle salida , si no que necesitaba tenerla en metal para poder ir más allá. Se me ocurrió la feliz idea de llevarla al maestro orfebre y que le diera un repaso. Marcar los cordones, el encaje del pañuelo y los botones son cosas que sin sus medios y minuciosidad habría resultado prácticamente imposible. Hago un paréntesis para alertar sobre la pérdida del oficio de orfebre, es difícil encontrarlos y a no ser que se transmita de padres a hijos, en poco tiempo nos quedaremos huérfanos de cinceladores finos. Os dejo una foto del momento en que me metí en el coche con mi Blas recién cincelado
 
 
Ese sería el modelo con el que empezar a preparar los trabajos de fundición. En ese momento tuve que decidir el método de fundición en bronce que requería la escultura. Al tener tanto detalle, la fundición a la arena quedaba descartada y lo lógico habría sido pensar en fundición a la cera perdida, pero quise seguir rizando el rizo y decantarme por  microfusión o lo que es lo mismo, fundición de joyería.
 
Se realizó el molde definitivo que serviría para fundir la edición de 50 esculturas y la fundición se puso en marcha. No me explayaré en los procesos porque en Internet hay información abundante sobre fundición en bronce, pero si quiero destacar que es una tarea que requiere mucho tiempo. Tanto, que unas piezas tan mimadas y detalladas salen a cuenta gotas. La fundición es algo que contrato con profesionales, pero los trabajos de repaso y pátina me gusta hacerlos y supervisarlos yo
 
 
En definitiva, sacar las esculturas de Blas de Lezo adelante esta resultando una ardua tarea, pero el gesto de mis clientes cuando les entrego su escultura de 50 cm... Eso no tiene precio
 
 
 
Si deseáis cualquier información adicional, ya sabéis donde estoy: salvadoramaya@telefonica.net
 
Un abrazo amigos

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